Vino y se fue como el viento
en una noche estrellada
y me robó la alborada
dejándome sin aliento.
Me aprisionó en el momento
en que crucé su mirada.
Vino y se fue como el viento
en una noche estrellada.
Fue amor fugaz y violento
el que en una madrugada
me ofreció su llamarada
marcándome a fuego lento
vino y se fue como el viento.
D.R.