Tengo por corazón una pluma
que escribe, escribe con cada latido
Escribe, escribe versos malditos
Con sangrienta tinta transcribe
en mi cansado pecho mi pesar
Por corazón tengo un martillo
y un cincel que le acompaña
En la agrietada cantera su pulso labra
los mudos gritos de mis recuerdos
fríos petroglifos en la oscuridad
Quizá mi interior sea un altar
y en él mi corazón grabe mi historia con sus garras
y con la voz del palpitar resuenen las palabras
que mi ser, cual flagelante, no deja de murmurar