Aquí, sin estructura, sin memoria.
¡Falsedad!, sin soportar el avance,
mientras cualquier idea de romance
mantiene la destrucción de la euforia.
Aquí, frente a mis notas de oratoria,
evoco a las pitonisas, en trance,
deseando que mi suerte se afiance,
al conocimiento de la historia.
¿Cómo avanzar impávida e ignorante,
si la afinidad es irremediable?
Destierra ya de mí, al ser arrogante.
Sólo con la abertura admirable
y determinada del vigilante,
alcanzaré tu origen respetable.
Cora