AL PASO DE TUS CADERAS
Al paso de tus caderas
en vaivén de manso ruido
una brisa se levanta
al regazo de su ritmo.
Un perfume a primavera,
un cantar de bellos trinos,
musitando mi alma eleva
y enardece mis sentidos.
La locura en mí tu exaltas;
por mis venas sangre a ríos,
insaciable siento sed
y a la par escalofríos.
Y es que ardo en el deseo
por tener algo contigo;
de rondar toda tu piel
poro a poro en desatino.
De libar entre tus labios
dulce el néctar del delirio;
de tus senos embriagarme
y en tus piernas ser cautivo,
bajo notas de un rabel
que entre acordes de gemidos
al vaivén de tus caderas
suene al lance más divino.
Rafael Huertes Lacalle