alicia perez hernandez

Quiero enamorarme de otro hombre...

Quiero enamorarme de otro hombre...

Quiero enamorarme de otro, ya me cansé de esperar por ti.

Nunca me quisiste y yo viví todo el tiempo amándote!!

y me desgaste amándote, eras mi día y mi noche, mi dolor y mi calma.

Eras todo para mí, no veía para ningún otro lado, babeaba, por tus hermosos ojos,

Enloquecí por tus ojos, los idealicé, los soñé, los besaba en tu fotografía.

Si me hubieras pedido la vida, mi vida te hubiera dado, solo por amor.

Deseé todas las noches el calor de tu cuerpo sobre mío.

Anhelé ser tuya, bajo sábanas blancas, y el fuego ardiente de tu piel sobre mi piel.

Y deseaba sentir tus labios fogosos sobre los míos, para encendernos de placer.

Fuiste mi hombre soñando de todas mis noches, te sentía en el calor de mi cuerpo,

Te prendí a mis pechos como un niño destetado de su madre, para acabarte de criar.

Te amé sin condición alguna, nunca puse condiciones, para quedarme contigo,

Fuiste de mí, en todos mis sueños, te amé cómo a ninguno, y te deseé con mi carne,

alma y espíritu, eras lo que más amaba, y me hubiera quedado contigo, pero me han

amado otros, y quiero probar, si puedo vivir sin ti, y ver si me enamoro tanto, cómo

lo hice de ti, de otros ojos, otra boca, otros brazos, y de un abrazo desnudo me hagan

olvidarte, y alejarme de tu vida para siempre, anhelo dormir en otra cama, con el olor de

otro cuerpo y quedarme abrazada a esa piel, que no tenga tu olor, descubrir en él, otro amor,

y otra vida y el me llevé a la gloria, y lo amaré cómo un ídolo, lo adoraré y lo besaré

de la cabeza a los pies, lo haré mi dueño, mi señor, lo adoraré, lo tendré solo para mí.

Y te olvidaré, y en esa cama, tendré todo el amor que no me diste, los besos qué me negaste,

Y viviré y el vivirá para mí, y seremos un solo cuerpo, unidos en cuerpo, alma y espíritu.

Mi corazón se cansó de amar, a quien no lo quiere amar, mi alma se vació de todo este amor,

que una vez sintió, naceré de nuevo, para ese amor, sin pasado, viviremos un amor glorioso

y no estéril, cómo el que viví contigo, será mi hombre en la cama, yo su mujer cómo debió ser.

Y cómo lo soñé contigo, te idealicé, te hice mío y nunca lo disfrutaste, no supiste responder

a mis caricias y ‘mis te quiero’ el tiempo qué quise amarte sin condiciones, solo por amor.

Espero me hayas perdonado y te hayas perdonado…

el orgullo carcome el alma, y tú… como Caín

Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
Todos los derechos reservados©