La miel de tu boca es vida
con mis labios entre abiertos,
con la dureza de mis paredes,
el temblor de mis montañas.
Al escarbar en mis cimientos
mi rictus baila,
danza de los gemidos,
hogar de la savia.
Temblor descansará
en tu sacro vino blanco.
Moriremos tantas veces
como tantas veces reviviremos nuestra carne
¡Baila! ¡Baila! ¡Baila!
con tu pistilo en mi frontera más oscura
¡Llora! ¡Llora! ¡Llora!
lágrimas cándidas en mi pecho de mujer urgida
Lore Cruz
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Colombia