Yo intuyo la gracia de guijarro,
El agasajo de lo abstracto,
Lo recóndito enmarañado
De la sutileza clandestina
Donde los ojos mortales
Menosprecian los esplendores
Sumergidos en la oscuridad plena
Donde el poeta tenaz y afanado
Redescubre los colores vetados
Abiertos a los ojos del poeta de corazón.
Luz poetiza de las cosas superfluas
Triviales y vacías según el ojo inexperto,
Somos la casta vislumbradora del universo,
Escudriñadores de las almas secretas,
Somos cantadores de la ambivalencia
De la hermosura escondida,
Somos seres que recalcan la nobleza grandiosa
Consumada por el creador
y otras tantas hechas
Por el dote de la gracia humana.