Volteé a ver mi ventana esta noche y viendo a la luna tan brillante, recordé.
Recordé todas las noches y madrugadas que pasamos; mis noches azul profundo, a las que sólo tú sabías la cura.
Meses han pasado desde la última vez que hablamos, y me encuentro despierta en otra madrugada a la que pregunté:
¿Por qué si la luna brilla tanto, mi noche se siente tan oscura?