Romántica y preciosa damisela
que luces de pasión divina gala;
suspiros armoniosos tu alma exhala
prendiendo de ilusión fogosa vela.
La lumbre de tu encanto me desvela
brillando con su luz tan deslumbrante;
que invita a la lujuria calcinante
marcando el corazón con roja estela.
Perdido en tu esplendor tan excitante,
mi verso locamente sueña y vuela
y en éxtasis supremo te cincela
y todo mi sentir en ti recala;
pues fulges luminosa cual bengala
que llena de ternura me consuela.
Autor: Aníbal Rodríguez