Retengo en mi garganta el alarido,
desnuda, de rodillas en el suelo,
clamando por la ayuda y el consuelo
de mi alma condenada. Lo sufrido
en todas las desgracias, concebido
el pago del dolor y del flagelo,
con creces he pagado en el desvelo,
lamentos de mi ser adolorido.
Me diste la esperanza prometida,
la paz de muchas noches de tortura
y luz al escucharte cuando llamas.
Me diste un nuevo ser, la nueva vida
que nunca imaginé de un alma pura,
y un nuevo corazón porque me amas.
Crystal CG.