Su mirada triste
insiste que me quede y
llende ante mi pravo corazón
su dulce compasión.
Y su dulce amar y
cuidar intenta alejar el mal
animal de mi triste procesar
que debo confesar.
Y mis huesos tiemblan débiles
hiel es este cuerpo frágil y
hábil es su corazón, pues ella sabe que aquello
frío no es, sino un te amo atorado en mi cuello.