Mamá, no creas lo que te digan de mí,
tal vez tome malas decisiones,
horribles actos que dañaron mi vida,
por favor no temas por lo que pueda pasar,
no llores por lo que pasa,
no pienses en lo que paso,
sonríe sin importar mis pecados,
trate de cambiar todo y de ir por aquellas promesas que la inocencia te prometió,
“una vida mejor”,
yo solito puse el arma en mi cabeza,
fue mi mano la que se manchó de sangre,
fue mi dedo el que jalo el gatillo,
fue mi cobardía la que se ocultó,
pero fueron tus lagrimas las que salieron al verme,
fue tu amor el que me rescato,
y eres tú la que paga por mí,
mamá quizás esta carta llegue a tus manos, y si la lees
ese niño que cargabas en brazos, ahora es un hombre que toma sus propias decisiones,
y por no escucharte se hundió por el desespero de querer mejorar tomando malas decisiones en el camino,
no sé si sea un adiós, pero no quiero verte mal
Mamá, no creas lo que te digan de mí,
aunque tengan pruebas,
soy tu hijo,
moriría por ti,
moriría para que vivas,
moriría para que sonrías,
moriría para que sigas siendo tú,
mamá moriré para que renazcas siendo más fuerte
TE AMO
¡ADIOS!