Divina Virgen María, madre de Nuestro Señor Jesucristo, redentor del mundo, que murió en la cruz por el pecado de toda la humanidad: Te ruego, te implora y te suplico que intercedas ante tu hijo por la restauración de la democracia en Venezuela y el castigo divino y humano de quienes en nombre de la peste del socialismo del siglo convirtieron su riqueza en miseria, su libertad en terror y sus eficientes servicios públicos en desastre.
Pídele, madre universal, madre inmaculada, madre tolerante y generosa, que proteja a los venezolanos de la diáspora de los ataques de aporofobia y xenofobia que sufren en países cuyos ciudadanos les deben la libertad a soldados de Venezuela y en época de dificultades políticas, sociales y económicas encontraron en nuestra tierra de gracia amplia solidaridad.
Pídele madre de todas las madres, que proteja a los niños sanos para que no enfermen y a los niños enfermos para que sanen.
Pídele, madre piadosa, que proteja a los niños abandonados proporcionándoles pan, techo, abrigo y cariño hogareño para que en la adultez sean ciudadanos útiles, trabajadores y honesto.
Pídele madre misericordiosa que castigue a los corruptos, torturadores y genocidas.
Pídele madre purísima que restaure la calidad de vida de los venezolanos para ponerle fin a tanta miseria en los hogares y todos vivamos con dignidad.
Pídele santa madre que proteja a los presos políticos y comunes del hacinamiento, de la insalubridad, del maltrato, de la tortura, de la crueldad de sus guardianes, del hambre, de la muerte a mengua y de la inequidad.
No olvides, madre encantadora, que bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto eres la patrona de Venezuela, posición que también ostentas en el Oriente, bajo la advocación de la Virgen del Valle, y en la isla de Margarita como Nuestra Señora de la Asunción
Te lo pide, madre celestial, el más humilde de tus siervos.