Como notas de coros celestiales
se desgrana su voz tan melodiosa;
con cadencia tan rítmica y preciosa
cual ofrenda de olímpicas vestales.
Con los halos de rayos siderales,
su mirada tan limpia y candorosa,
tiene el aura mas bella y luminosa
que destila de amor los manantiales.
Cuando miro sus formas impecables
y su aroma cautiva mis sentidos;
avalancha de anhelos inefables
se desbordan de fuegos encendidos;
y voraces deseos insaciables
aceleran del alma sus latidos.
Autor: Aníbal Rodríguez.