Ay amor cuanto tiempo te he esperado
desde el día que partiste,
aunque cien años hayan pasado
y nuestras miradas no se hayan encontrado,
nuestro amor no quedará en el pasado.
Vístome de estrellas para alcanzar la luna,
así buscarte en lo alto y poder hallarte,
derramar mis versos tan llenos de embeleso,
en tu espíritu, en tu mente, en tu alma,
porque yo te amo, te quiero como ninguna,
deslizarme en el sendero quiero,
en donde refulge algún lucero,
alumbrar el camino
y que tú vengas a mi encuentro.
Tengo mis manos de caricias llenas para darte,
los más apasionados besos tengo para ofrendarte,
envuelta en una manta de rutilantes estrellas,
me entrego a ti, para que rieles con ellas,
viajes por el firmamento y grites tu voz al viento,
qué todos los astros sepan, del amor que yo te tengo,
que tú eres mi vida, que eres mi complemento,
eres el ser que añoro con todo el sentimiento,
qué aunque pasen los años, sin detenerse el tiempo,
no dejaré de amarte, ni un segundo, ni un instante,
permanecerás en mi mente, por siempre, eternamente.
Felina