Ayer, fue tu día dedicado,
la cortesía simple del momento
sin connotaciones pintorescas,
de políticas molestas.
Entre trescientos y màs,
ayer fue el día tuyo,
tuyo y de todas
las demás, como tú.
Para quienes queremos
patentar que nos importas,
que representas lo mejor de la vida
y que, a veces, tú nos correspondes,
haciendo que nos volvamos torpes.
Ayer fue tu día...
Y hoy,
también.