Rompió mi corazón cuando al mirar tus ojos lo único que veía era mi reflejo en ellos. Cuando cada mañana tus frías manos rodeaban mi cintura y tus helados labios besaban un costado de mi hombro descubierto.
Rompió mi corazón ver tu triste sonrisa en cada puesta de sol cuanto esta se preparaba para recibir gustosa la tan anhelada noche, y con ella, tus te amo carentes de vida y corazón.
Cuando rodeabas mi cuerpo con la única intención de aferrarte inútilmente a mí con la esperanza de que todo vuelva a lo que solía ser, con la esperanza de amarme otra vez...
Rompió mi corazón cuando sonreías para mí antes de beber de tu taza de café, cuando en momentos de descanso no te apartabas de mi pecho encontrando consuelo en este después de una intranquila noche; porque yo era tu hogar y a pesar de que no me estimabas como a ella, intentaste amarme hasta el final.
Rompió mi corazón el hecho de que al despertar, todo aquello se trató de tranquilas caricias del viento recordándome una vez más que jamás te tuve y que quizá, jamás te tendré. Que tal vez todo aquello, no fue más que una inventada historia de mi atrofiada mente tratando de aferrarse a algo en esta vida para no perder su poca cordura ante su soledad en este cruel y desdichado mundo.
Quizá sólo estás en mi cabeza, cariño, pero todo aquello rompió mi corazón al darse cuenta de que sólo se trató de uno de los miles espejismos que mi cerebro encontró en la penumbra de su intenso desierto.
- Mel