Me la paso llorando sin encontrar consuelo,
parezco niño abandonado.
Tengo libertad, pero soy prisionera de tu recuerdo.
Me la paso riendo, aunque por dentro este muriendo.
Al caer la tarde la noche extiende su manto oscuro
el dolor es fuerte, tan fuerte, que pareciera
chamuscarme el alma.
No entiendo tu indiferencia, por más que trate de justificarlo.
¿Por qué? Dijiste te amo, sin sentirlo.
O dime que hice mal, para enmendarlo.
¿Por qué te vas así?, no te di motivos.
No entiendo…
Pero si te diré, al irte, te llevaste mi vida, mis sueños
Porque tu lo eras todo para mí.