Jaime Bonilla Medina

Árbol viejo

Empieza la vida con una semilla, 

será un bello árbol de lindos colores, 

con dulces fragancias y nidos y flores, 

y será un gigante. ¡Dios qué maravilla¡

 

Con un sol radiante, que arrulla y lo brilla, 

van a acariciarlo pájaros cantores,

y bajo sus sombras habrán mil amores, 

habrán hojas verdes y alguna amarilla. 

 

Muchas tempestades, rayos lo han partido,

el tiempo inclemente lo convierte en viejo, 

ya se oye un lamento, parece está herido. 

 

Ya sus frutos secos con sabor añejo, 

al suelo se caen, las aves se han ido, 

de lo que antes era, sólo es un reflejo. 

 

De aquel árbol viejo sin flores hermosas, 

sus hojas ya secas se han muerto de frío, 

ni la lluvia siente, ni bebe el rocío, 

ya no lo visitan ni las mariposas. 

 

Nadie le da aliento, no hay voces piadosas, 

ya sin esperanzas y el tronco vacio, 

tal vez algún día se lo lleve el río,

sin pena ni gloria, ni ramos de rosas. 

 

Pero a mi alma vieja que lucha en la vida, 

la lluvia, ni el viento, ni el sol la han secado, 

y no hay un lamento, ni una despedida, 

 

Mas si con la fuerza que Dios me ha dotado, 

no habrá tempestad, ni dolor, ni herida, 

que doblegue el árbol que en mi está sembrado.