No sólo el hombre enloquece también el alma delira, no sé sobrevivir de otra manera a tu amor lejano.
Más,
Déjame llorar sin lágrimas vivir sin tiempo,
gritar sin voz
dormir sin sueños,
llorar sin duelo, arder sin fuego
Nacer en tus labios, morir en tus besos.
Afuera cae la nieve,
¡También en mi alma nieva !
¡ Del pantano yo soy la etérea bruma !
Anoche observé la luna,
vi tu rostro,
Y mis ojos rendidos al
misterio de amarte,
quizo abrazarle y ahora soy
cuerpo celeste,
estelas al aire.