Yo le dije cuánto necesitaba amigos reales
Y que no dejaría que el encanto meta penales
Y que no aventuraría a los entes desleales
Y le dije que yo sé
Que hay labios que se besan que no tienen que convertirse en promesas que pesan
Y le dije que yo sé
Que los abrazos sudados en la madrugada no son ahusados del amor, pueden ser playas vacacionales para corazones cansados de clamor
Y le dije en medio de ideas cacofónicas
Que los problemas heredados irrumpen en nuestra fonética
Y le expliqué que aunque mis conversaciones transaccionen a lo poético
Yo mantengo patéticamente inestable a la ética
Y ahora que necesito una voz que escuchar
Y ahora que necesito una luz que abrazar
Hay una fuente ignorante invalidando mi razonar
Con un fantasma que me seguirá, un paso adelante, hasta que decida olvidar