PALMADAS ( el misterioso lenguaje del afecto)
El viejo control remoto del abuelo.
Nunca lo supo usar.
Era un enigma para el,
lo guardaba en el aparador del cuarto,
junto a manuales e impuestos.
Yo dormía todos los viernes en ese cuarto.
Sigiloso, a la hora del noticiero,
le cambiaba de canal sin que me viera.
No entendia.
Se rascaba la cabeza
y ponía nuevamente el noticiero.
Volvía a cambiar el canal.
El abuelo protestaba,
se enojaba con la tv.
Dos palmadas al costado del dial
bastaban para que de una vez deje de hacerlo.
Ahora si, suspiraba aliviado,
hora de noticiero.
El misterioso lenguaje del afecto:
El nunca dudo de mi,
yo nunca del valor de sus palmadas...
Anton-Feb 2023