Marco Antonio Paneque Gamboa

Fuimos la imagen de una ciudad...

Fuimos la imagen de una ciudad

purgamos testículos en los callejones

el cuero contra la zarza

la autofagia y el canibalismo

Hablaré del juicio que estampó

los rincones de la carne 

del instinto por las jaculatorias

y no pasara inadvertida la felicidad 

del mal camino

supervivencia en esta ciudad

donde hay un inventario

mío

nuestro

de nosotros todos  

el dolor y sus advocaciones en cada sobreviviente 

nos sentamos en la silla del inquisitorio

pulimos el mismo espejo que alguna vez despedazamos

para amansar las costuras del animal 

Ahora que no soy francotirador

puedo hablar con inmoralidad

aunque a veces me muerdo el labio para no asesinar

el vuelo de algún pájaro

Nadie me espera

hoy ni ningún día

pero aún salgo una y otra vez

entre los muertos como cualquier equilibrista