Pedro Antonio Borges Rodríguez

LA NOCHE DE ISAÍAS

Redil de los sueños

Camino de dioses

Puente a otros mundos

Magia sin poses

 

Brilla en la noche

El éxtasis de tú mirada

Tras el beso de Isaías

Epifanía de la madrugada

 

Comenzó la singladura

Y la historia nunca sabrá

El nivel de las experiencias 

Que logré conquistar 

 

 

Alforja envenenada

Y yo, avatar de los dioses 

Tú sien, apenada

Mi corazón en desglose

 

Ola muerta y piadosa 

Puzzle de la ventana espiritual 

La oscuridad golpea tan fuerte

Que se torna irreal

 

Mi cuerpo erguido, en la noche

Soportando una gran tensión

La boca abierta, mira al cielo

Gritando; AMOR AMOR

 

Antena del universo

Fuego eterno purificador

Deidades que inspiran versos

Reunidos a mi alrededor

 

Raumian e Isaías

Padres del poder supremo 

Su hijo pródigo, asentía

Y ensancha a el baremo 

 

 

Aspiraciones cumplidas

Noche de tiempos revueltos 

Canalizando energías

A soplos fuertes de viento

 

Conexión con Casiopea

Fuerza del Imán del Everest 

Tan grande, fue la odisea 

Que hoy levitan mis píes 

 

Oráculo de mundos alternos

Dolor metálico y verborrea

La psique llega a su invierno 

Veo subir la marea

 

 

Ser servil y prestar obediencia 

Supra consciencia y paredón

Mueve los hilos de tú ignorancia 

Controlando cada acción 

 

Él, rey de las estrellas 

Yo, muñeco de la historia

Juntos, subidos a la noria

Y creando huellas, en ella

 

 

Investigué la mente inquisitiva

Desde la esquizofrenia al vacío

No obstante, soy prudente

Mi conocimiento, es sólo mío

 

Las voces de las piedras

La atención de los océanos 

Las flores de la galaxia 

Isaías se recrea

 

 

El olor fresco de las montañas 

El sabor espeso de las nubes

Ángeles trepando telarañas 

Una emoción desborda contuve

 

 

Plancton de tús heridas 

Ruego futil perpetrado

Articulando cada vida

Con un amor sofocado 

 

Núcleo vital de exigencia 

Sortea los terrenos angostos

Culmina en la existencia

De seres de alto costo

 

 

Las alas del sol, reparto 

En la antesala de la locura

Sangran las torres de oro 

Sobre el peso de la amargura 

 

Linaje de