¿Y SI LO INTENTAMOS OTRA VEZ?
Detente. No te vayas. Mírame a los ojos y no me digas nada. Muéstrame tu brazo, quiero que mi mano te apoye nuevamente, como lo hice en el pasado, como lo hice tantas veces.
Levanta tu mirada y recuérdame. ¿De verdad tú crees que yo soy el hombre que debes olvidar? El hombre que se enfrentó a tus miedos, el que escuchó tus lamentos, el que esculpió tu sonrisa, ¿ese es el hombre tú quieres fuera de tu vida?
Yo, el que atento estaba a cada una de tus lágrimas, el que te dio una mano cuando no tenías ayuda, el que le puso el hombro a lo que era tu batalla, fui también el que te diera un poco de locura.
Siéntate, quédate conmigo aunque sea solo un momento. Es cierto que no hicimos muchísimos recuerdos, pero también es muy cierto que lo poco fue perfecto.
Haberte conocido fue un acierto del destino, la magia de algún ángel que me llevó a sentir tus alas, algo que yo siento fue incluso más divino, algo que yo creo te hizo ver enamorada.
¿Por qué negarlo?... Yo sé que la mañana nos ha visto en un abrazo, y, que al estar enamorados nunca nadie hacemos daño.
Tú me amas. Yo te amo. A veces lo más simple parece complicado, y es justo repetirte que ambos nos amamos.
Piensa.... Tú eres la mujer. Necesito tu respuesta. Dime. Ven. ¿Y si lo intentamos otra vez? No te vayas, quédate esta noche. Ya pronto la mañana nos dirá lo que hay que hacer.
Amada ¿Y si lo intentamos otra vez?...