Sentía que mis letras se perdían
en la oscuridad de un olvido sin sombra,
mientras estos versos ardían
ausentes de rimas en zozobra.
Así cantaba mi llanto
en un universo de tinieblas perdido,
como brisa entre tanto quebranto,
como si fueran de tiempo sucumbido.
Mas, no perdía la esperanza
de que mi canto resuene otra vez,
aunque mi delirio raramente alcanza
siquiera para un poema sin tez.
En ocasiones veía esta oscuridad
hundido en tiempos sombríos,
hasta que tu mirada me enseñó la claridad
para versos recitados con nuevos bríos.
Y así fuí perdiéndome,
esta vez en la profundidad de tu universo,
con tus ojos estelares fundiéndome,
hasta ser en tu boca, poema de nuevo verso.