jesus alberto porras

El dulce susurro

 


Se escuchaba el susurro lleno de amor

Mirada de fuego consumidor

El corazón enamorado

Suspiros de letargos

Besos de pasión

Nostalgia de encuentros

Luciérnagas tenuemente
en este lecho de entregas frecuentes

Largos sonidos de nuestras entregas
bañados exhaustos quedan Inmaculados

El principio de esta euforia el sentido y la cordura no están

El lumbar de tus ojos y el murmullo de tú labios
cuando entro en tu ser

aprisionado en esta cárcel 

Entrelazado me entrego a tu ser