Haz Ámbar

Del alma a bandazos sin un barco

Tú eres la respuesta

a todas mis plegarias, 

tú sabes lo que cuesta

cada mañana levantarse;

contigo está resuelta

mi vida en un instante

y vuelvo a ser quien era

antes del desastre 

inmune a lo que sea

que es que tengan entre manos unos cuantos

(los que restan

por los márgenes...)

 

Todo en mí se hace, mengua

a tu roce delicado

y eres mía y tú lo sabes

cuando te echas sobre el diván 

con la mirada en otra parte

lejana... Te adormeces

sobre un limbo a tu medida

con la esencia gris de todos los días

presa de un instinto febril

que te domina y es la sed

abrumadora pues lo que sigue

a tan atávica escena

mientras terca te envenenas

por toda respuesta a mi silencio, 

el que llevo incrustado en las venas

ya sin remedio

con un pie en esta ausencia

y el alma después

bien cargada de fuego. 

Eco de algún compañero

es entonces la miel

de jugársela a suertes

y perder la paciencia. 

 

 

Las fronteras se exageran

cuando duermes tan ajena

a lo que pueda suceder un día cualquiera

de estos pues que vienen... 

 

Venga, vuélvete, concentra

todo tu pesar en un renglón. 

Ten la muestra de que estoy

siendo honesto por todos los momentos

que atesoro en la memoria

y en ti en tu foco desolación

sin quien se ofenda cuando dices hola

y pasas al rincón

pendiente de tu soga: el escritorio,

y tan fiel te desahogas

sin quien te oiga

como mueres despacio

en una habitación solo desintegrándose, 

vivo en el esfuerzo

por aún elevarte apenas algo

sobre la miseria presente

en este ámbito... 

 

Me hueles, y me estoy desesperando

como resultado al haber pasado tanto 

buscando tan solo un haz subterráneo, 

y el futuro que está en tus manos

tú lo traes para revolcarnos

con las frases que nos salgan

del alma a bandazos sin un barco.