La cuenta de los años es un nudo
del tiempo, de lo bello, de lo caro,
con sabor a la fruta de lo humano,
expectante del dulce más maduro.
El espejo que enseña de este truco:
del hechizo que viene de tus faros.
La voz es liberada con encanto
y prepara el instante del embrujo.
No dice qué sentir o qué pensar
la bóveda que cuida de los besos
sabor a menta, a piel, sabor a sal.
No es tan sólo un puñado, es lo completo,
es la sangre pujante la verdad,
las ansias arañando este momento.
Pintura: \"Amor ilusionado\" (El cumpleaños, Marc Chagall, óleo sobre lienzo, 1915)