Yo vivo en el aullido
sepultado
en la jaula exacta del destierro
donde pienso y luego existo
ustedes me miran pasar
mientras escupo instantes al mundo
condenado a la vigilia del pan y la obediencia
interrogan mi piel con la misma voz
que nadie levantó
sin leyes ni alucinaciones
Ustedes habrán de cazarme
bajo todos los abismos
en las memorias donde desgarro los andrajos
con los dientes
para vestir otra ecuación
otra fe impensable
hombres que pescan hombres
en rincones cualesquiera de su ceguera
desde este ciclo que simula mi pastizal de arcanos
desde este presente pasado perfecto
los escucho también aullar
no dejaron puertas hacia el silencio
el espejismo que tengo de hombre en sentencia
es desde donde aún alzo mi voz
y vago como si existiera