Cautivo entre mis pensamientos,
se abre el claro entre sarmientos
mientras avispado gorrión canta
apoderando mi frágil atención
Mira, mi atuendo desaliñado,
y con gesto refinado, salta,
ala rama de al lado, y se pira,
tanto, le hubiera defraudado
Más, he perdido su dibujo alado,
pues advierto cerca, el leñoso tallo,
de aquel árbol amado, dejé grabado
real pensamiento que ya ha volado
Camino y renuevo los pensamientos,
por entre rastrojos y sentimientos,
por entre reflejos a los vientos
que ya no sobreviven remordimientos
Se une la ilustración a los rostros,
me acompañan, del sendero al otero,
los veo por entero, más sin rostros,
la aciaga penumbra, limpia restos
el aciago espacio difumina las ideas
en la violácea esfera crepuscular,
declina mi enjaulada mediocridad
en el cenit de silencio, oscuridad
¡Esta, mi inteligencia sumida, adormecida!