Estar entre la espada y la pared
no se compara con enfrentar la cuantía de estrellas y granos de arenas.
En el laberinto solo hay arena y estrellas,
tan distintas e incontables...
Esta mecánica no tendrá fin.
A menos que Hipnos sea apiade de mi
y un plácido y largo sueño
descongestione mi fatigada cabeza.
El laberinto de Creta está en mi cabeza, Oh ¿Dónde está Teseo?
¿Dónde está Ariadna y su hilo dorado?
¿Dónde está el Minotauro, el miedo encapsulado?
Las paredes de mi mente son laberintos,
y en ellos me pierdo sin remedio ni tintos.
¿Dónde está el sol que me guía y me alumbra?
¿Dónde está la brisa fresca que me deslumbra?
Estoy atrapada en el laberinto de mi ser,
y no sé cómo salir, ni a dónde correr.
Las decisiones se agolpan a mi alrededor,
como espinas que se incrustan sin cesar en mi cabeza.
¿Realmente hay un destino esperando?
O es solo una ilusión creada por mi propia tristeza.
¿Dónde están las respuestas a mis preguntas?
El eco de mis pensamientos retumba en las paredes,
y el silencio es la única compañía.
¿Cómo puedo encontrar la paz en este caos?
Quizás sea yo el rey Minos y Teseo,
Ariadna y el hilo dorado
Soy yo el Minotauro.
El laberinto de Creta está en mi cabeza,
y solo yo puedo encontrar la manera de salir.