Freddy Kalvo

Romance agradecido

 

El mar se puso agitado

y aquel cielo, oscurecido.

El mar barrió aquella playa

y la paz de un buen amigo.

El mar con su turbulencia

provocó fuerte sonido

que asusta, nunca lo niego,

cuando furioso lo miro.

 

El mar agitó sus olas

lo digo y soy fiel testigo

le quiso llevar la vida,

lo puso muy afligido.

 

¡Oh mar que agitas tu vientre

no intentes dolor continuo,

que su vida siga alegre

por los valles y caminos!

Que la fuerza de tu vientre

no lo arrope como a un río

cuando llega a tu bocana

y termina en ti vencido.

 

¡Sé valiente en la penumbra,

de ese mar que está bravío!

Que tus remos nunca cesen

de remar con mucho ahínco

pues la costa siempre espera

que tú llegues con tu brillo

porque mientras tú navegues

nunca nada está perdido.

 

¡Oh marea perniciosa

no golpees ya a mi amigo!

No le causes más dolores

ni su barco hagas sombrío

que si está en puerto seguro

nunca tú podrás hundirlo

porque estamos todos juntos

apoyando a nuestro amigo

en las turbulentas aguas

que a dolor lo han sometido

pero está ahora en la playa

muy sereno y pensativo

con su corazón ardiente

y también agradecido

porque en cruenta turbulencia

tuvo a bien muchos amigos.

 

Dadle paz, serenidad,

sus amigos lo pedimos;

la salud es primordial,

para andar nuevos caminos.