No ovilles mi espalda
cordeles de puño amaestran marionetas
no soy un papalote que vuele
para cumplir su destino
ni cordaje signado por el vientre
Fue el cordón umbilical
la única carne que nutrió mi carne
No me sostengas de ninguna herida
soy lo que ya fue roto
y lo que fue entero
y cimarrón por el tirapiedras ganado
en el cerro
libre
liebre
lumbre
alabastro de agua menos líquida que la sangre de una piedra
mitad de hombre diluida
en las medias partes
vueltas menos completas
me miras con toda esa niebla
y ni mil noches servirán para volverme fantasma