Kapirutxo

La tortura

Te pedí que no repitas

la tortura

de bailar con tus dos piernas,

sabrosura,

mientras miras a otro tipo

con amor.

Pero creo que si pienso

con cordura

quiero ver esas dos piernas,

sabrosura,

que me ayudan a aguantar

el dolor.

Mira bien, ahora te digo

con finura:

Quiero ver esas dos piernas,

sabrosura,

al compás de tu cintura,

con su son.

Y si un día tú cometes

la locura

de mandarme una mirada

con dulzura,

mis dos ojos volverán

a ver el sol.