Yo me pregunto ¿Cuándo?
Cuando, también, estaré lejos para dejar
de hablar con los silencios
y creer en esa otra vida en que tus ojos, por fin,
iluminen mi rostro para siempre.
No estas y me pongo triste. Y la tarde
se hace niebla. El aire: humo donde no caben
las palabras ni las voces.
Y entonces escribo mientras algo estalla
y la lluvia me hace escribir lo absurdo,
lo íntimo y oculto
como es la fiebre y la humedad nuestra,
cuando existimos juntos.
Vendrás amor, vendrás como llegan los abriles
oliendo a racimos de fruta desnuda,
y como llega la lluvia
con sus grillos cantando…
Sí, y volveremos a comer juntos,
a mirar el horizonte y escapar
con los pies descalzos por los cerros sembrados
de amapolas…
Y yo me pregunto ¿Cuándo?
Mientras tanto, la noche sin luna crece y se filtra
por la ventana de mi cuarto
y tengo miedo,
tengo miedo de perder mi corazón.