En mis sueños voy creando nubes, centauras, enredaderas que suben y bajan del cielo. Flores que cierran y abren la primavera, erguida en la tierra y el crepúsculo,
en la lluvia con su baile ciñe el petricor.
Fosforece en la dicha y la gracia cómo una estrella. Alta. Alta.
Se socava de lo obscuro sus lunarios. Limpido. Limpido.
Cómo el farol Zuliano.
Tropiezan y caen lagunas en ellas e impregnan a la naturaleza fugaz de mis fantasías y me entregan sus remansos de ensueño.