Ahumado el recuerdo
del té en la playa.
La lluvia limpiando
las calles lejanas.
Tu piel, como entonces,
un dulce susurro
brotando de un sueño fugaz,
inseguro.
Me miras cautivo,
me llamas, te sigo.
Tu boca entreabierta
pronuncia mi nombre
al tiempo que elevas
tus tiernos talones...