I
La calle desaparece en el horizonte,
las ventanas solitarias,
las casas se hunden en silencio,
las escuelas abandonadas,
sin juegos, ni la algarabía eterna,
un candado oxidado,
la puerta se cae,
la revolución bonita.
II
El desfile de boinas y fusiles,
paso firme, de hierro,
los revolucionarios y sus delirios,
aplauden, bailan y cantan,
la maestra está sentada,
algunas flores marchitas
entre sus manos resecas,
su rostro cansado,
toda una vida,
viene todos los días,
se sienta en silencio,
a veces llora,
parece escuchar el timbre de salida,
y se va,
el desfile ha terminado,
el universo queda en silencio,
adiós maestra,
gracias a ti,
la vida tiene sentido.