De los momentos que pasamos
Pareciera que el viento los barrió
La piel lozana se va agrietando
Pierde el cuerpo a veces su vigor
A veces se retardan la mirada y la sonrisa
Algún anzuelo lleva la mente hacia atrás
Pero como ave que afronta vendavales
Va el alma armando nuevo nido
Después de romperse tantas ramas
Sabe que todo refugio algún día va ceder
Solo restan la fuerza de las alas
Y la clemencia de los vientos al cesar
Mirando la devastación
¿a quién hay que culpar?
¿No es el insulto y la agresión
Tan constante y destructivo como un temblor?
Viciosa humanidad
Cuya zurda escondida destruye
Lo que la diestra busca edificar
Y así, repitiendo sus mismos errores
El amor puro queda acallado
Por los gritos que esparcen el odio
Señalando con dedos ensangrentados un espejo