27/2/2023.
Acaricié nuevamente el dorado distante
tan cerca de mis ojos, de mi oído
llegué un instante al paraíso perdido
y rocé la piel más dulce, ¡Un instante!
Cuando lo ví llegar a mí, preciso
que más decir, provocó el rubor
de mis mejillas, tan cerca del amor
suave como el lirio o el narciso...
Era de tarde, y había un deseo sensual
en el aire, él tenía prisa
y al rozar mis labios su camisa
le manché con un poco de labial...
y en el esperado abrazo, fui acertiva
logrando darle el beso prohibido
primicia de lo que pudo haber sido
un amor fugaz o de por vida...
Luego me dijo: “Es tarde, adiós\".
ante gélida frase, el sol se cayó
una legión de flechas disparó
a mi corazón, y se partió en dos...
Y cuando ya se marchaba por albedrío
en honda tristeza e impulso vano
quise arrebatarlo de la mano
y fue cuando recordé que no era mío...