Existe un ardor antes conocido
una señal que exige su atención
debemos interpretar la forma de las nubes
o tan solo oír el canto del Sol
Un día buscaremos en todas las almohadas
los átomos de un sueño revivido
un día miraremos a través de las cosas
para ser precisos por voluntad propia
Seguiremos intentando en las esquinas
seguiremos persiguiendo un sombra
la silueta de un deseo perenne
inventaremos la clave del más insignificante secreto
Y me pregunto por qué el trueno se encamina
cómo es que la luz no se orienta como debe
si acaso la palabra que contiene mi nombre
debería ser más pedestre que antes
Nacimos para reclamar y aprender a callarnos
nacimos para decirle al viento y a su lluvia
que somos frágiles
que podemos serlo aún más
Presos entre el ardor y las palabras
en medio de una vida que es esquiva
presos entre señales de amor
cautivos en un juego tempestuoso