\"Dios mío yo te ofrezco mi dolor:
¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!\"
Dijo Nervo y ofreció su corazón
ante el cadáver de su amada
enterrando con ella
el secreto pecado que todo lo pierde,
de un amor escondido
más allá de la muerte.
Y por si fuese poco,
en medio de un dolor inmenso,
que solo y por una vez, un humano siente,
de rodillas ante la amada inmóvil,
en medio de un llanto solitario y demente,
arrancó para siempre del pecho su propio corazón,
y dijo ante Dios:
\"Acéptalo Señor:
¡Es todo lo que pueda ya ofrecerte!\"
Frank Calle (13/ marzo/ 2023)