Intrigada husmeé en cada una de sus páginas
la desconocida con su puño y letra escribió sus vivencias
desde el día uno hasta el día treinta.
Por lo reflejado entre línea y línea
el fantasma del pasado la atormenta
en resumidas cuentas, impotente desvalida
conoció del maltrato y hasta las ofensas.
Traumada por los flagelos infringidos
con lágrimas estériles y una oquedad en el alma
a el odio y el rencor les dio abrigo.
Huérfana de amor, tocó de puerta en puerta
liberada de prejuicios, vivió el día a día
sin asumir las consecuencias… el vicio fue su ruina
y arrastró a su paso a quienes más quería.
Aunque sus desaciertos los lleva a cuesta
enmendó al sentirse arrepentida, con nuevas expectativas
disfruta de los momentos que le brinda la vida
y por los suyos se siente querida.
Al leer ese diario personal me di cuenta
que a través de esa escritura silenciosa
ella exteriorizó ese sentir, para cicatrizar las heridas
es un ejemplo a seguir… son lecciones que da la vida.