Tus senos suaves y plácidos,
ejercen una intensa atracción sobre mí.
El impulso es tocarlos, acariciarlos,
acercarlos a mi rostro y empezar a sentir.
Intento resistirme cerrando los ojos,
todo es en vano,
descubro mis manos
buscándolos ansiosos.
La piel palpitante de tus pezones me ancla.
Mis labios te sienten,
mi lengua se embriaga.
Todo desaparece
se van las palabras...