Fabricio Terán

Hambres y herrumbres

 

Quisiera ver a nuestro niño-

hombre hecho de amor y ceniza.

Hecho.

Quisiera, quisiera verlo

con los ojos de los objetos

que se pierden, rotos por las manos

de sus juegos…

Antes de romperme yo.

La distancia no se cubre fácilmente

si faltan los meniscos o, la visa...

Ciudadano de un país,

por decirle de alguna manera.

La distancia duele, como una “d”

distópica.

Lo supimos ya, esperando tu vuelo,

¿recuerdas?, cuando no fue

posible transmutarme en equipaje:

tu equipaje; yo, equipaje;

cuando acerté a tus lágrimas aun

sin mirarte;

mientras te hundías en

ese pasillo blanco de cera

y tantas lágrimas de tantos.

Nuestro niño… Niño hombre

que también abordó, incipiente,

una nave con forma de papaya…

Sin saberse su nombre real,

sin conocer sobre las heridas y la tristeza…

La anatomía del adiós.

Cuando aún no podía soñar

con hambres y herrumbres.