Déjame derramar mis versos
en el interior de tu alma,
déjame entrar con movimientos finos
en el centro de tu ser
y llevarte al universo.
Déjame entrelazar nuestras integridades
en una eternidad que se muestra pasajera.
Déjame completar a mi mitad
con tu mitad.
Déjame conectar en tu punto de control
al vínculo que nos une indisolublemente,
el cual no permitirá que nos separemos
y tiernamente asumamos
a estos sentimientos
que han de florecer juguetones,
al amanecer,
en una nueva flor.