¿Es posible se pierdan los principios
y aspiremos de oprobio lo podrido,
convirtiendo moral en sucio nido
de la peste terrible de ambición?
¿Es posible olvidemos del pasado
ese tiempo de espíritu encendido,
cuando el hombre con ímpetu aguerrido
por la patria ofrecía el corazón?
¿Ha perdido el honor la magna gloria
que vistieron los Incas y los Mayas
investidos de noble dignidad?
¡Pues contemplo se pierde en la memoria
la hidalguía de antiguas atalayas
que eran faros de santa libertad!
Autor: Aníbal Rodríguez.