Llámame antes que el sol despunte,
que ya no duermo.
¿No ves que es más clara la ilusión
con la luz que llega?
Se despiertan las aves y me cantan
y no quedan ya penas en el cielo.
Se abre la rosa en la pureza del alba
y yo desnudo mis ramas y mis raíces
para absorber la savia y amoldar los nidos.
He aprendido cosas en esta sombra
y temo que se me olviden si no me llamas,
pues ya no duermo.
De mi libro “De esas letras pendientes”. 2018 ISBN 978-987-763-836-3