Marco23
Tu Miedo y Yo
Decime vos, cuantas veces te han tocado el almaYo te perdone la tenacidad de robarme el latienteese mismo, si, que en tu mano queda pendienteIgual que ayer, quieto con esa calma Quise secar las lágrimas de tu alma suaveAferrate a mi hombro, tratare de defendertede esos presagios que son de maléfica suerteSi vuelves tal vez, solo Dios es que lo sabe Muestrame de nuevo tus ojos casi asiáticosSoy naufrago en ellos, ayudame como salvavidasSu gracia me parecen simpáticos Atate a un futuro de anécdotas; serán escritasSueños combatientes y didácticosVen conmigo Sarah, a pasos tenues, a escondidas